En arquitectura, pocos materiales transmiten tanto como la madera. Es noble porque acompaña y envejece con dignidad, flexible porque se adapta a cualquier estilo, y atemporal porque nunca pierde vigencia. Su sola presencia transforma un ambiente: aporta calidez, textura y carácter, haciendo que cada proyecto dialogue mejor con quienes lo habitan.
Cómo se adapta a distintos estilos
La versatilidad de la madera permite que cada abertura sea un reflejo del lenguaje arquitectónico de la obra:
– Clásico: molduras, vetas marcadas y terminaciones que refuerzan tradición y elegancia.
– Moderno: líneas rectas, superficies lisas y acabados minimalistas que priorizan la pureza formal.
– Minimalista: puertas al ras, filo muro o sin marcos visibles, que generan continuidad visual y simplicidad extrema.
– Rústico: texturas más naturales, vetas intensas y maderas con carácter, que aportan fuerza y autenticidad a los espacios.
Cada estilo encuentra en la madera un soporte expresivo para potenciar la idea del proyecto.
Importancia de pensar las aberturas desde la etapa de diseño
Las aberturas no son un accesorio a último momento. Son parte integral de la arquitectura: definen circulaciones, jerarquizan ingresos, permiten conectar o independizar ambientes y regulan la entrada de luz.
Cuando se contemplan desde el inicio del proyecto, se logra:
– Coherencia estética con el resto de los materiales.
– Correcta elección de sistemas de apertura y proporciones.
– Evitar improvisaciones en obra que comprometen diseño y funcionalidad.
– En palabras simples: una abertura bien pensada es un detalle que cambia todo.
Integración con otros materiales
La madera se complementa con aluminio, vidrio, piedra o cemento, generando contrastes y equilibrios únicos. En interiores, refuerza la sensación de confort; en exteriores, aporta robustez y presencia arquitectónica. Esta integración enriquece el diseño y hace que las aberturas sean mucho más que un simple cierre: se convierten en un elemento de identidad arquitectónica.
Valor agregado de Maretich
En Maretich trabajamos con arquitectos y clientes para materializar esas ideas que surgen en la etapa de diseño. Disponemos de una amplia variedad de maderas, chapas, colores, vetas, herrajes, accesorios y terminaciones que permiten personalizar cada abertura.
Nuestro diferencial es claro: todo lo que se imagine puede hacerse realidad, siempre que se contemple desde el inicio del proyecto. Así, cada abertura no solo cumple su función, sino que dialoga con el diseño y aporta carácter al conjunto arquitectónico.