Cuando pensamos en puertas y ventanas, muchas veces se las reduce a un detalle funcional. Sin embargo, en arquitectura son mucho más: definen circulaciones, jerarquizan ingresos, generan visuales y marcan el estilo de una obra. Por eso, elegir la abertura adecuada es una decisión clave.
Placa vs. Maciza
Puertas Placa
Composición: bastidor de madera maciza (ej. pino laminado), relleno interno y placas de MDF, MDF enchapadas o melamina.
El corazón de la calidad: el nido de abeja celulósico
El relleno de nido de abeja celulósico de alta densidad es el sistema correcto y más profesional, utilizado por las mejores fábricas europeas. Este núcleo distribuye las cargas de manera homogénea, mantiene la planitud de la hoja y evita deformaciones, alabeos o pandeos con el tiempo.
Su estructura alveolar otorga rigidez con bajo peso, reduciendo el esfuerzo sobre bisagras, facilitando la instalación y mejorando tanto el aislamiento acústico como el térmico.
A diferencia de los reticulados o bloques de madera que emplean muchas opciones más económicas —los cuales generan peso excesivo, menor estabilidad, zonas sin apoyo y riesgo de hundimientos—, el nido de abeja celulósico ofrece mayor estabilidad frente a cambios de humedad, es 100 % reciclable y garantiza una vida útil más prolongada.
La diferencia de precio no es un costo adicional: es una diferencia en calidad, rendimiento y durabilidad del producto.
Ventajas: livianas, estables, económicas y con gran variedad de terminaciones (pintadas, enchapadas, melaminas).
Debilidades: No son aptas para exterior, no se recomienda colocarlas en ambientes con exceso de humedad o falta de ventilación.
Usos ideales: interiores de viviendas, edificios y oficinas.
Puertas Macizas
Composición: Piezas de madera maciza.
Ventajas: mayor peso, solidez, durabilidad y resistencia. Mejor aislación acústica y térmica.
Usos ideales: ingresos principales, exteriores o interiores.
Tip práctico: para interiores, una placa con nido de abeja es la solución más eficiente; para exteriores o accesos jerárquicos, siempre maciza
Interiores vs. Exteriores
Interiores: buscan practicidad, estética y coherencia con pisos y mobiliario. Se priorizan soluciones más livianas y versátiles.
Exteriores: requieren resistencia a la intemperie, mayor hermeticidad y seguridad. Suelen ser macizas, con burletes y herrajes reforzados.
Sistemas de apertura
Las aberturas no solo se diferencian por su composición, también por cómo se abren y ocupan espacio:
– Abatibles (convencionales o vaivén): las clásicas de bisagra, prácticas y versátiles.
– Corredizas: ideales para optimizar espacio. Variantes:
Tipo granero (a la vista).
Telescópicas (varias hojas que se accionan unas con otras).
Embutidas (desaparecen en el muro al abrirlas).
– Pivot: permiten hojas de gran tamaño y presencia arquitectónica. Pierden algo de hermeticidad pero aportan un diseño imponente.
– Filo muro: hojas y marco al ras de la pared, que generan continuidad visual y un estilo minimalista. (compatibles con revestimientos de madera)
– Coplanar: puertas de ingreso con paños fijos laterales en el mismo plano, que refuerzan la estética de fachada.
Ventajas técnicas y estéticas
Placa con nido de abeja → estabilidad, liviandad, gran durabilidad y buen aislamiento.
Maciza → robustez, mayor aislación, ideal para exteriores.
Corredizas → ahorro de espacio y versatilidad en diseño.
Pivot → impacto visual y modernidad.
Filo muro → estética limpia y minimalista.
Coplanar → continuidad y jerarquía en ingresos.
Guía práctica para decidir
– Definí la función: ¿es un acceso principal, un interior cotidiano o un espacio secundario?
– Pensá en la exposición: ¿va a estar al exterior, con sol y lluvia, o protegido en el interior?
– Elegí el sistema: ¿buscás practicidad, ahorrar espacio, o impacto estético?
– Considerá el presupuesto: una placa con nido de abeja ofrece una excelente relación calidad-precio; una maciza brinda máxima robustez pero a mayor costo.
– Asegurá coherencia: que la abertura dialogue con pisos, revestimientos y mobiliario.




